Diálogos
Escena 1: “Contexto salón de baile 1808”
Narradora: Era una tranquila tarde del año 1808 en la ciudad de santiago, y algunos de los criollos de la colonia se encontraban reunidos en la casona de la señora Rosario de la Sierra , por motivo de la convocación a una tertulia, algo a lo que estaban muy acostumbrados, ya que al ser Doña Rosario una mujer viuda y sin hijos, gustaba de ver a la gente feliz y danzando. Era en ese lugar donde los hombres comentaban sobre los aconteceres nacionales e internacionales, y la mujeres hablaban de la familia, de la vida en la ciudad, de la moda entre otras cosas.
José Martín, (Patricio): ¿Cómo haz estado Juan Antonio?
Juan Antonio, (F. Escobar): Muy bien, diría yo excelente
José Martín, (Patricio): ¿Pues te haz enterado del último acontecimiento que se rumorea en Santiago?
Juan Antonio, (F. Escobar): No, ¿De que me he perdido?
José Martín, (Patricio):¿Cómo?, ¿Aun no lo sabes?. El Rey Fernando VII ha sido tomado prisionero por las tropas de napoleón Bonaparte, pero hasta el momento es un rumor.
Juan Antonio, (F. Escobar): ¡¡¡Pero esto no puede ser posible!!!
Francisco (N. Pérez): No es rumor, desde el gobierno me han informado de la veracidad de los acontecimientos.
Juan Antonio, (F. Escobar): Esto seguramente traerá terribles consecuencias a nuestro país.
José Martín, (Patricio): Mis disculpas, pero debo ausentarme pero debo ir a buscar a mi esposa.
(Se acerca a una de las mujeres y le habla)
José Martín, (Patricio): Querida, deber recordar que mañana llegan tus vestidos desde Francia, se lo mucho que haz esperado por ellos.
Maria Francisca: Si Querido, estoy realmente emocionada. Eres tan dulce y preocupado.
José Martín, (Patricio): Maria Francisca, todo por ti ahora discúlpame iré con los caballeros
Maria Francisca: vaya, yo iré con las señoras
Narradora: Era muy común en esos años mandar a hacer los vestidos y trajes a Europa, pues era allí donde se imponía la moda, y la aristocracia chilena no podía ser menos.
(Los Hombres simulan conversar y se muestran a las mujeres)
Mercedes (Valentina): Disculpa la indiscreción pero ¿Qué hablabas con tu marido?, Linda.
Altagracia (Paula): Hay, si que cuéntanos.
Maria Francisca: Bueno hablábamos de los vestidos que llegaran desde Francia mañana, estoy segura que serán bellísimos
Rosario (Natalia): Pero que suerte la tuya, que tu marido sea tan cortes contigo.
Mercedes (Valentina): Si, eso es cierto, lo que es mi marido esta interesado solo en la política y en nada más.
Altagracia (Paula): Que decir del mío… (Cara de mejor no decir nada)
Narradora (Fernanda): En este momento se muestra a los hombres hablar
José Martín (Patricio): Si, así están las cosas en la familia, muy bien, todo marcha excelente.
Juan Antonio (F. Escobar): Apropósito de familia, la próxima semana llegan familiares desde Europa, están invitados para su recepción
Francisco (N. Pérez): Encantado iré
Narradora (Fernanda): En ese momento la criada se acerca a ellos
Begoña (C. Madrid): Quieren algo, perdón algo de beber señores.
José Martín (Patricio): No, muchas gracias señorita.
Francisco (N: Pérez): Yo desearía algo de licor por favor.
Juan Antonio (F. Escobar): Lo que usted me ofrezca yo con gusto lo recibo.
(Ellos se ríen y la criada va a buscar las copas)
Begoña (C. Madrid): Aquí esta su licor señoriíto Francisco, ¿desean algo mas?
Juan Antonio (F. Escobar): Puede ser.
(Le responde con insinuación)
Narradora (Fernanda): La criada se aleja y el la sigue, se acerca le trata de decir algo al oído cuando entonces su esposa lo ve y va a la brevedad hacia él.
Altagracia (Paula): Como usted osa acercarse así a la criada, que estaba pensando usted (y le da una bofetada)
Juan Antonio (F. Escobar): Pero esposa mía ha visto usted cosas donde no las hay. Como podría creer que yo me insinuaría a una simple criada, a de saber que yo no hago esas cosas, pero de todas formas la compensare.
(Saca un collar de perlas y se lo entrega a su esposa, ella lo ve y pone cara sorpresa y desentendimiento)
Juan Antonio (F. Escobar): He estado esperando con ansias el momento oportuno para entregarte este obsequio
Altagracia (Paula): Ah!! Pues tendré que meditar el perdonarlo, pero por ahora y solo por cortesía, para que los demás no sigan comentando mostrémonos indiferente a lo anteriormente ocurrido (Luego observa el collar con emoción)
(Ahora la escena se centra solo en las mujeres).
Rosario (Natalia): (se acerca al violinista). Podría usted tocar una pieza de mi agrado. A mi parecer el ambiente no es el más oportuno para la ocasión.
Violinista (Felipe): Como usted diga señora, con todo gusto tocare para usted.
(Antes de que el violinista empiece a tocar, habla Rosario).
Rosario (Natalia): Por favor Blanquita podrías traer mi mantilla.
Blanquita (Bárbara): Pero claro mi patroncita, enseguida se la traigo (espera lo busca y lo trae)
Blanquita (Bárbara): Aquí esta, la mantilla mi sia.
Rosario (Natalia): Gracias Blanquita.
Blanquita (Bárbara): ¿Algo mas necesita?
Rosario (Natalia): no, nada más.
( el violinista comienza a tocar y empieza el baile en parejas. Al terminar los hombres y mujeres se separan y se van a conversar)
Mujeres:
Mercedes (Valentina): disfruto en demasía los bailes de salón, es algo que me encanta, pero con los bailes también me da mucha sed. (Llama a la criada) Rosa, tráeme algo de beber enseguida.
Rosa(Claudia): dígame que le traigo
Mercedes (valentina): una copa de agua
Rosa (claudia): como no, altiro se lo traigo patrona.
( la criada va a buscar el agua y en ese momento la escena se centra en la conversación de lo hombres)
Narradora: Los hombres retomaron su conversación después del baile y tocaron uno de los temas que más preocupaba a la sociedad colonial “la gobernación de Don Francisco Antonio García Carrasco”, quién no tenía mayor apoyo de la aristocracia , además de haberse visto envuelto en casos que aumentaban su desaprobación como lo era el caso Scorpions y la detención de importantes criollos como José Antonio de Rojas, Juan Antonio de Ovalle y Bernardo de Vera y Pintado.
Amelia (C.Lorca): se le ofrece algo a los caballeros, los veo muy cansados, ¿les traigo algo para tomar?
José Martín (Patricio): Bueno, tráiganos algo de beber a todos. (Cambia el tema) Todo lo que esta ocurriendo me tiene muy preocupado, es que como García Carrasco a osado a arrestar a aquellos criollos, si ellos son los mas queridos de la ciudad.
Francisco (Nicolás): La verdad, creo que todo se esta escapando de susa manos, dudo que este estable en su cargo durante un tiempo más.
Juan Antonio (Fabián): Obviamente, que nadie va a quedar a gusto con las decisiones que ha tomado, esto afectara su aprobación como gobernante seguramente será destituido.
Escena 2 “1810, Plaza de Santiago”
Narradora: Desde 1808 hasta el presente año 1810, han sucedido importantes acontecimientos como es el caso de la proclamación de Don Mateo de Toro y Zambrano como gobernador de Chile, luego de la destitución del gobernador García Carrasco de su cargo.
En la ciudad generalmente reinaba la tranquilidad, pero se comenzaba a respirar un aire de cambio, de revolución y de esperanza futura, los vientos de independencia llegaban de poco para quedarse.
( los criollos van caminado tranquilamente cuando de pronto un encapuchado tira unos papeles con escritos y dispara al aire , luego grita)
Encapuchado (Felipe): ¡Liberemos a nuestra patria del yugo español, eliminemos a los godos de nuestra nación, consigamos ver de una vez por todas a nuestra patria libre e independiente carajo!
(Entran los guardias a escena forcejean con el)
Guardia 1 (Miguel): Esta detenido por alterar el orden público en la ciudad de santiago y por blasfemar en contra de la corona.
Guardia 2 (Paúl): deje de forcejear de lo contrario su castigo será mil veces peor. Es mas usted por su poco respeto debería ser ejecutado.
Encapuchado (Felipe): malditos, eso es lo que son, ya van a ver cuando …
(Va bajando el tono de voz)
Narrador: los criollos que habían quedado pasmados siguen caminando muy intranquilos por lo demás. La reacción que se presenta frente al anterior acto de rebeldía se ve reflejada en la conversación de dos criollas y sus criadas.
María Catalina (Mareva): Ay Asunción, que bueno que hayan detenido a aquel vándalo, quien es el para hablar de aquella manera de la corona
Martita (Carla): Mi niña usted sabe como están las cosas ahora, disturbio tras disturbio.
Asunción (Consuelo): Ma. Catalina quizás aquel hombre tenga ciertas razones para hacer algo de esta envergadura, no creo que alguien en sus cabales se arriesgue de tal forma solo por diversión. Además he oído a caballeros hablar de un monopolio que la corona tiene para con nuestro comercio.
María Catalina (Mareva): como osas hablar de esta manera, si el hizo lo que hizo fue porque es un vándalo y punto. Debemos respetar a la corona por sobre cualquier cosa. Eso me ha enseñado mi padre.
Juanita (Josefa): Mi sia Asunción deje de decir cosa así, la sita Ma. Catalina tiene toda la razón usted no debe decir esas cosas, y es mejor que no ande hablando ni comentando de situaciones que escucha, las cosas esas de política no son para señoritas como usted.
( se van siguen caminando y hablando. Ahora la escena se enfoca en Manuel de Salas y Juan Egaña)
Narradora: Manuel de Salas y Juan Egaña están caminando por la plaza, cuando Dionisio el servidor tartamudo de Mateo de Toro y Zambrano se acerca a ellos.
Dionisio: Buenos días caballeros, pero que estén muy bien. Vengo a entregarles personalmente esta invitación enviada a ustedes por el ilustre gobernador Mateo de Toro y Zambrano.
Manuel de Salas (Fabián A.): Muchas gracias Dionisio, hasta luego.
Dionisio: Hasta luego señores (hace un gesto de despedida y se va)
Juan Egaña (Aníbal): Veamos a que estamos invitados Manuel.
(Le lee a Manuel la carta en voz alta). “Para el día dieciocho del corriente a las nueve de la mañana, espera a usted el muy ilustre señor presidente con el ilustre ayuntamiento en las salas del real consulado a consultar y decidir los medios más oportunos a la defensa del reino y pública tranquilidad”.
Manuel de Salas (Fabián A.): Una junta, es impresionante, como lo han conseguido. Bueno, esto facilitara mantener el orden de las colonias del rey mientras que este preso, y quizás nos permita mas libertades de comercio, verdaderamente, estas limitaciones comerciales nos tienen afligidos.
Juan Egaña (Aníbal): Es cierto, a mi también me ha tomado por sorpresa esta noticia. Podemos conseguir mucho más que cuidar las colonias del rey…
Narradora: Es así como la aristocracia e inclusive el pueblo de santiago se va viendo enterado del llamado a cabildo abierto.
en la tercera escena lo unico que hay que agregar es la parte donde dice que ya faltando minutos para las nueve de la mañana habian hombres en el recinto , hay que decir los nombres : estos eran "aldunate de la carrera , entre otros" ( los primeros que hablan;) .Después de que dicen ellos su diálogo la narradora presenta a los otros qe asisten a la junta "marin,reina,etc"
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on 20 de agosto de 2010
at viernes, agosto 20, 2010
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